Dylan, un joven de 19 años que vive en Denver, Colorado () jamás imaginó que en su viaje de excursión esquivaría la muerte. Él logró escapar del brutal ataque de un oso que estuvo a punto de triturarle los sesos.

El excursionista contó a medios locales que estaba durmiendo en su sleeping cuando sintió un fuerte dolor de cabeza. Entonces abrió los ojos y escuchó un crujido fuerte, como si 100 galletas estarían siendo trituradas en su oreja. Ahí se percató que un osos lo estaba mordiendo.

“Me agarró, me jaló, luego mordió la parte de atrás de mi cabeza y me arrastró hacia el bosque”, contó el joven.

El osos salvaje se acercó a Dylan, lo mordió y movió 4 metros antes de que otros campistas lo ahuyentaran.

“Esa fue la parte más lenta, pareciera que duró por siempre. Tengo cuatro marcas de donde entraron las garras. Por un segundo pensé que estaba soñando pero luego me dije: ‘esto duele demasiado para ser un sueño’”, indicó al canal KTVB-TV, mostrando también las huellas de las mordidas.

El instructor fue llevado al hospital y volvió con nueve grapas en su cabeza.

Guardaparques de Colorado buscan el oso para cazarlo. Las autoridades dijeron que este tipo de ataques son poco frecuentes.

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