Desde que era una niña, tuvo dolorosas limitaciones. No podía jugar como cualquier niño de su edad, no tenía amigos y siempre era sometida a tratamientos médicos. Siempre paraba enferma, al menos eso es lo que le hizo creer su propia madre por más de 20 años. El día que descubrió que nunca estuvo mal de salud, la mató.

enfermar a una hija

Desde que su hija nació en 1991, pasaba largas jornadas en el hospital. Su pequeña era débil y siempre enfermaba.

Primero fue una apnea obstructiva del sueño, un trastorno que impide respirar durante el sueño. Luego siguió una larga lista de enfermedades que incluyen problemas genéticos, asma severa, epilepsia, así como distrofia muscular, que la condenó a la silla de ruedas.

La pequeña fue sometida a varias intervenciones quirúrgicas por problemas de vista y de oído y le extirparon las glándulas salivales por una supuesta excesiva secreción. La madre afirmaba que su hija tenía un retraso cognitivo, por lo que tenía que estudiar en casa y le rapaba el cabello porque se le iba a caer de todas formas.

A eso se sumó el abandono cruel de su esposo y su falta de compromiso. El hombre las abandonó y nunca les entregó ni un dólar.

La crisis absorbió a madre e hija cuando el huracán Katrina destruyó su humilde hogar en 2005. Sin embargo al conocerse su caso, decenas de personas y organismos sociales ofrecieron generosos donativos. Todo para ayudar a la pobre Gypsy.

Los donativos las llevaron a Missouri donde les construyeron una casa adaptada con rampas y ‘jacuzzi’. Todo era felicidad y ambas pensaban que pese a los problemas y enfermedades iban a estar bien, pero no fue así.

nunca estuvo enferma

Dee Dee y Gypsy hacían su vida normal gracias a la caridad de sus vecinos hasta que en junio del año pasado todo cambió. Un mensaje en Facebook publicado por la joven se convertiría en pieza clave para descubrir un asesinato y una cruel mentira.

“¡Esa pu… está muerta!”, escribió, alertando a todos sus amigos, quienes preocupados llamaron a la policía temiendo lo peor.

Cuando los agentes llegaron a la casa encontraron a Dee Dee muerta, pero su hija Gypsy no estaba. ¿Cómo había desparecido si era paralítica y todas sus sillas de rueda estaban en la casa?.

Horas más tarde se descubría una historia aterradora: la joven se había fugado con su novio y no tenía dificultades para caminar. Resultó también que todas sus graves enfermedades eran una invención de su madre, que se había pasado años convenciéndola de que eran reales.

También se supo que el padre de Gypsy le enviaba la pensión de manutención cada mes, no era alcohólico y hasta hablaba con ella de vez en cuando por teléfono.

la madre era la enferma

La muerte de ‘Dee Dee’ Blancharde hace imposible averiguar cuáles fueron los motivos de su comportamiento, pero hay indicios que señalan que padecía el trastorno mental conocido como ’síndrome de Münchhausen’, que motiva a las personas a inventar dolencias para asumir el papel de enfermo y así buscar atención. En este caso, se trata del síndrome de Münchhausen por poder, también denominado ‘trastorno ficticio impuesto’, dado que el papel del enfermo fue ‘delegado’ a la hija.

la condena

Un año después de la tórrida historia que conmocionó a USA, una corte de Missouri condenó a 10 años de prisión a Gypsy Blancharde, luego que esta aceptara la culpa. El juez dictaminó que ella era víctima de su madre y le dio ese castigo en vez de la muerte.

Ya en prisión, Gypsy confesó a Buzzfeed que se siente más libre en la cárcel que cuando vivía con su madre. Se siente también “frustrada” porque los médicos no vieron que estaba “completamente sana” y la sometieron a diversos tratamientos.