Nunca se te ocurra cometer un delito delante de un loro parlanchín, pues puedes terminar en prisión, esa es la frase que se debe estar repitiendo , una mujer de Michigan (), que mató a su esposo y creyó que había burlado a la justicia; sin embargo su mascota llamada Bud le mostró que estaba equivocada.

Aunque parezca increíble, Glenna Duram, de 49 años, fue condenada por el asesinato en primer grado de su esposo Martim Duran, ocurrido el 20 de junio del 2015. El tribunal de Michigan consideró como principal testimonio, el ofrecido por su loro.

Tras dos años de investigaciones, la familia de Martin Duram hizo de todo para que la Corte tome en consideración las palabras que enunciaba Bud.

Según la exesposa de Martin, el loro no paraba de repetir la frase: “No dispares, por favor”, señal que indicaría que el hombre de 46 años fue asesinado con alevosía y no en medio de un ataque o suicidio, como dijo Glenna.

Tras varios días de alegatos y declaraciones, la Corte de Michigan encontró culpable a Glenna Duram y dictará su castigo el 28 de agosto. Ella se enfrenta a la cadena perpetua.

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