Cerca del ataúd, en la Academia Militar, se pudo llorar y rezar, pero no estuvo permitido tomar fotografías. Todas las cámaras fueron requisadas y al féretro se accedió sin ellas.

El Gobierno es el único que pudo tomar fotos de la multitudinaria despedida. Sin embargo, hasta ahora el rostro de Chávez permaneció escondido ante los flashes.

En base a testimonios de ciudadanos que pudieron ingresar a dar el último adiós a Chávez, Univisión presentó un retrato de cómo se vería su cuerpo dentro del féretro.