El colmó. Un gerente de la famosa cadena de comida rápida Burger King golpeó a un niño, refugiado sirio, por comerse las papas fritas que un cliente había dejado en su mesa.

La agresión se registró en una de las sucursales de la tienda en Estambul, Turquía. El menor agredido tiene 11 años.

Los testigos que se encontraban en el lugar del suceso, clientes del local de TAB Food (que tiene la licencia de Burger King en Turquía), tomaron fotografías de los hechos y compartieron en Internet la imagen del niño sentado en el suelo junto a servilletas manchadas de sangre. Varios de los presentes ayudaron al menor.

Un portavoz de la cadena de comida rápida ha confirmado que el empleado fue despedido tras la agresión y que “las acciones de esa persona no reflejan los valores de nuestra franquicia”.

Asimismo, ha asegurado que no se compensará con ningún tipo de indemnización al menor afectado, ya que “la expulsión del empleado ha sido suficiente”.

El menor agredido se había visto obligado a viajar desde Alepo, Siria, a Estambul debido a la guerra que sufre su país.