Carlos Páez, uno de los sobrevivientes del en la cordillera de Los Andes, brindó una entrevista en la que con lágrimas en los ojos revivió la experiencia y reveló a qué sabe la carne humana.

Como se sabe hace 45 años un equipo de rugby uruguayo, el Old Christians Club, viajaba a Chile para disputar una serie de partidos. Mientras cruzaban la cordillera de Los Andes, el avión sufrió un desperfecto y se precipitó.

Un grupo de sobrevivientes, de los 45 pasajeros que viajaban, quedó atrapado a más de 4.000 metros de altura sin comida, agua, ni ropa adecuada para temperaturas que alcanzaron los -30°. Cuando la comida se terminó, ellos decidieron comerse a los fallecidos.

“En diez días comí diez cuadraditos de chocolate, 1/16 de una lata de berberechos… no quedaba nada en la despensa. Entonces todos nos miramos y sabíamos lo que haríamos. Un amigo me dijo ’Carlitos yo me como al piloto’. Eso fue todo”, contó.

“Creo que agarraron a quien tenían más cerca”, apuntó Páez que tenía tan solo 18 años al momento de la tragedia y cumplió los 19 en las cumbres de Los Andes.

	Carlos Páez, uno de los sobrevivientes, contó su experiencia 45 años después del accidente. (Foto: Captura)
Carlos Páez, uno de los sobrevivientes, contó su experiencia 45 años después del accidente. (Foto: Captura)

El sobreviviente explicó que “llega un momento en el que te acostumbras tanto que de pronto te sientas encima de un muerto para no estar encima de la nieve”. Además, Páez aseguró que “la carne humana sabe igual que la carne de vaca”. “El papa nos mandó una carta diciendo que habíamos hecho lo correcto”, concluyó.

Luego de 72 días y gracias a que dos sobrevivientes cruzaron a pie la cordillera en busca de ayuda, fueron rescatados. La historia fue retratada años después en la película ‘Viven’.