El Centro de Alerta de Tsunami del Pacífico dijo que las olas más grandes, tras el terremoto de 8.7 grados de magnitud, eran de menos de un metro de alto, por lo que cancelaron sus advertencias.

El Instituto Geológico de Estados Unidos afirmó que sus análisis preliminares indican que es improbable que el sismo resulte en un tsunami al tratarse de movimientos tectónicos horizontales y no verticales, los que generan las olas.

Por su parte, el Departamento de Meteorología de Malasia confirmó a la BBC que lanzó la alerta de tsunami para diversos estados del norte y oeste del país, aunque no evacuó a sus habitantes.

También se había advertido sobre la necesidad de observar cómo se desarrollaban los factores meteorológicos en Australia, Birmania, Maldivas, Malasia, Isla de Reunión, Scheylles, Pakistán, Somalia, Oman, Madagascar, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Yemen, Las Comoras, Bangladesh, Tanzania, Mozambique, Kenia, Islas Crozet, Islas Kerguelen, Sudáfrica y Singapur.