El fuerte , que tuvo lugar a las 11:22 hora local del último domingo, se sintió en las regiones de Biobío, La Araucanía, Los Ríos, Aysén y, especialmente, a la de Los Lagos, y obligó a evacuar a unas 4.000 personas por una alerta de tsunami.

Minutos después de producirse el fuerte temblor, las autoridades decretaron una alerta preventiva de tsunami y la evacuación obligatoria del litoral en las regiones afectadas, pero en vista de la evolución favorable, posteriormente levantaron la alerta de tsunami, así como la prohibición de acercarse a la zona del litoral.

Sin embargo, en algunas zonas, como la isla de Quehui, el terremoto ocasionó que el agua se retirara varios metros. Sin embargo, el hecho no pasó a mayores y horas después retornó la calma al lugar.

El terremoto tuvo una profundidad de 30 kilómetros y su epicentro se situó a 67 kilómetros al noroeste de Melinka, en la región de Aysén, aunque la localidad más afectada fue Quellón, en la isla grande del archipiélago de Chiloé.

La ministra portavoz Paula Narváez, que se encontraba en la zona al momento del sismo, expresó que la presidenta Michelle Bachelet le instruyó que se acercara al Centro de Operaciones de Emergencia (COE).

Gendarmería (guardia de prisiones) señaló en un comunicado que la población penal se encuentra sin novedades en las zonas afectadas por el sismo.

“Los suministros de agua, luz y gas se mantienen con normalidad y no hay personal ni internos afectados, aunque algunas unidades penitenciarias ubicadas en la isla de Chiloé se encuentran sin energía eléctrica”, precisó el informe.

Las autoridades han confirmado que unos 20.000 hogares se encuentran sin energía eléctrica “y que trabajan fuerte” para restablecer el suministro.

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Fuente: EFE