Ya son 602 las muertes por las inundaciones, que afectan a 17 provincias del centro y noreste de Tailandia y mantienen anegadas varias zonas de la capital, según los datos de las autoridades que publican los medios locales.

A pesar del descontento de algunos vecinos por la demora en el drenaje del agua, la situación ha mejorado en la mayoría de las zonas inundadas y el centro comercial de Bangkok se encuentra fuera de peligro.

El sábado pasado, la primera ministra de Tailandia, Yingluck Shinawatra, explicó que la situación se ha estabilizado y puede ahora garantizar que la tromba de agua que aún desciende del norte del país hacia el mar no entrará en el centro de la capital.

Aunque el centro financiero de Bangkok se ha salvado, muchos vecinos de la periferia de la capital han empezado a perder la paciencia tras semanas con sus casas inundadas con agua contaminada.

Estos afectados quieren que las autoridades no dediquen todos sus esfuerzos a salvar el centro y que los otros habitantes de Bangkok compartan la carga que sufren. Los más impacientes destruyen por la noche o cuando no les ven los agentes del orden los muros de contención para liberar parte del agua que encharca sus barrios.

Fuente: EFE