Ella es Laurene Powell, una de las diez mujeres más ricas del mundo y la mayor fortuna de Sillicon Valley.

Durante todos esos años estuvo a la sombra de alguien que supo aunar la genialidad y la perseverancia para conseguir un pretendido éxito y que murió víctima de un cáncer de páncreas que se prolongó durante ocho años.

Sólo un año y medio después de quedarse viuda, Powell comenzó a protagonizar las páginas de diarios norteamericanos como The Wall Street Journal y The New York Post para apoyar la reforma migratoria de Estados Unidos a través de su faceta filantrópica.

Hombres del mundo de los negocios como Rupert Murdoch, dueño del conglomerado News Corporation, felicitaron a la viuda de Jobs por liderar una batalla que pretende que más de un millón de ‘soñadores’, aquellos que llegaron a Estados Unidos atraídos por el sueño americano, obtengan la nacionalidad del país.

Centrada en su compañía Terravera, de la que es cofundadora y destinada a desarrollar productos orgánicos, Laurene Powell es también conocida por ser la cara visible de College Track, una organización no gubernamental que facilita a los jóvenes californianos la inmersión en la educación, con el que la viuda de Jobs está muy concienciada. Tanto es así, que una conferencia sobre ese asunto en 2011 le cambió su porvenir.

Según publicó The Washington Post hace unos meses, Powell comenzó el mismo año en el que falleció su marido una relación de amistad con Adrian Fenty, quien fuera alcalde de Washington DC desde 2007 a 2011.

Durante un coloquio sobre la educación en Houston, ambos se conocieron hasta el punto de que, en febrero de 2012, Fenty se unió a la junta directiva de College Track. En enero de este año, Andrian Fenty se separó de su mujer y meses después saltaba la noticia de su romance.

Fuente: Vanitatis.com