Bryon Widner es un co-fundador de ’Skinhead Vinlanders’, un movimiento racista de Estados Unidos, que dejó su pasado tras formar una familia con su esposa Julie. Los tatuajes de ideología xenófoba en su rostro limitaban sus posibilidades de poder reintegrarse en la sociedad, por lo que decidió retirárselos.

Las amenazas de muerte se sucedieron y con ellas la desesperación del reformado Bryon Widner, así que decidió tomar una acción desesperada: Intentó rociarse el rostro con ácido para limpiar de una vez las marcas de su pasado.

Ante esta circunstancia, Julie acudió a unas activistas para pedir ayuda. La única solución posible era un tratamiento quirúrgico a base de láser muy doloroso, cuyo coste rozaba los 35 mil dólares. A los pocos meses, una mujer anónima decidió donar esta cantidad de dinero para que Bryon Widner se sometiera a la operación.

El tratamiento, dirigido por Bruce Cabaña (presidente del Departamento de Cirugía Plástica en el Centro Médico Universitario Vanderbilt en Nashville) se alargó 16 meses y supuso 25 operaciones. El resultado fue la desaparición de los estigmas racistas que atormentaban a Bryon Widner y le impedían realizar una vida normal.

La familia continúa recibiendo amenazas de muerte. Todavía sufre migrañas y existen daños en los pigmentos de la cara y el cuello. Sin embargo, con la cara limpia de su pasado, Widner comentó que estos efectos secundarios son sólo un pequeño precio que tiene que pagar por ser humano de nuevo.

Fuente: Que.es