Los pilotos del Boeing 777 de la aerolínea surcoreana Asiana que se estrelló el sábado en el aeropuerto de San Francisco trataron de abortar la maniobra de aterrizaje segundos antes de chocar contra la cabecera de la pista, generando un accidente que dejó dos muertos y decenas de heridos, pero del que milagrosamente la mayoría de los ocupantes del avión salió con vida.

Según dijo en rueda de prensa la jefa de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de EE.UU. (NTSB, por sus siglas en inglés), Deborah Hersman, los pilotos intentaron aumentar la velocidad del avión siete segundos antes de que se produjera el impacto.

Hersman, quien encabeza el equipo de investigadores de la NTSB que viajó de Washington a San Francisco, explicó que los datos del vuelo analizados muestran que el avión viajaba a una velocidad “significativamente inferior” a la que debería para una aproximación segura.

De acuerdo con los investigadores, la tripulación intentó abortar el aterrizaje 1,5 segundos antes del impacto y aunque los motores respondieron sin problemas, la aeronave no logró recuperar altura.

El tren de aterrizaje chocó contra el rompe olas de la pista que empieza en una extensión en aguas de la bahía, la cola del avión se desprendió y el fuselaje quedó envuelto en una nube de humo y tierra antes de ser consumidos por las llamas.

Dos adolescentes de nacionalidad china murieron y seis personas permanecen hospitalizadas en estado crítico, informó más temprano desde Seúl el director ejecutivo de Asiana, Yoon Young-doo.

Fuente: BBC