José Salvador Alvarenga, el náufrago salvadoreño rescatado la semana pasada en un atolón de las Islas Marshall después de más de 13 meses en alta mar, volvió al hospital y los doctores no logran mejorar su situación, dijo CNN.

Las cámaras, que han seguido a Alvarenga desde que se presentó a la prensa como un sonriente y corpulento personaje de largos cabellos y barba rubios, lo muestran ahora sombrío y taciturno, con su pelo cortado y mostrando visibles dificultades al caminar.

Alvarenga partió en septiembre de 2013 de un pueblo en México, en compañía de un joven adolescente, camino a El Salvador. Las corrientes lo llevaron, sin embargo lejos, y emprendió un recorrido de más de 8,000 millas a las Islas Marshall. Terminó en un pequeño atolón en donde fue hallado y trasladado a un hospital en la capital de este diminuto archipiélago.

En el camino falleció su acompañante, quien se negó a comer. Alvarenga se alimentó, dijo, de pájaros que atrapaba y peces.

Su historia despertó incredulidad por el supuesto buen estado de salud en que se halló, corpulento y rozagante en lugar de lo que se esperaba: Raquítico y débil.

Sin embargo, los médicos dijeron que parte de su tamaño era hinchazón y que en realidad estaba severamente deshidratado. A pesar de ello, le dejaron salir del hospital, y estaba preparándose su retorno a su país natal.

Una de la explicaciones del deterioro del hombre es que se infectó por el súbito contacto con otras personas, luego de más de un año en la soledad, según NBC News.

Fuente: Huffingtonpost.com