Mónaco y Liechtenstein, ambos principados europeos muy pequeños, comparten el primer lugar al no haber registrado un solo muerto por homicidio dejando una tasa de 0,0 por cada 100 mil habitantes y ningún fallecido. Le siguen en la lista Singapur, Japón, Islandia, Kuwait y Hong Kong.

Si bien la mayor cantidad de víctimas de homicidio son hombres, el estudio hecho por la Organización de Naciones Unidas (ONU), enfatiza el hecho de que en contextos familiares, la mayoría de víctimas son mujeres, y se exhorta a hacer mucho más para mejorar la capacidad de evitar los crímenes e investigar, enjuiciar y castigar a los culpables.

También indica que los homicidios y la violencia en países que están saliendo de conflictos pueden contribuir a la inestabilidad y la inseguridad. Y apunta a factores de riesgo como el uso de drogas y alcohol, así como la disponibilidad de armas.

Un dato interesante es que más de la mitad de los muertos son menores de 30 años de edad y que los homicidios ocurren mayormente en zonas urbanas.

Hay que tener en cuenta que en estas estadísticas de muertes violentas no se incluyen aquellas causadas por guerras ni suicidios, como tampoco los homicidios no intencionales ni las muertes “justificables”, como aquellas amparadas por la polémica ley de defensa propia de Estados Unidos.