Buzos rusos han recuperado del fondo del lago Chebarkul, en los Urales, un fragmento de unos 500 kilos del meteorito que cayó a mediados del pasado mes de febrero en la zona, cerca de la ciudad de Chelyabinsk, tras una explosión en el cielo que provocó el pánico entre la población y causó un millar de heridos.

“Dicho en lenguaje llano, lo hemos cazado”, aseguraba Nikolái Murzin, director general de la compañía Aleut de trabajos especiales, a la agencia Interfax. Llevarlo hasta la orilla fue un trabajo costoso, ya que en el lago hay grandes olas, por lo que “izarlo directamente es técnicamente difícil y arriesgado”.

El trozo de meteorito ha sido el miércoles arrastrado hasta la orilla del lago. Hasta ahora, los buceadores habían sacado doce rocas del lago, cinco de las cuales han sido identificadas como trozos del cuerpo celestial que cayó el 15 de febrero en la región. Según las autoridades locales, el fragmento más grande rescatado del meteorito bautizado Cheyabinsk pesaba solo 4,74 kilos, con lo que este último hallazgo es todo un récord.

Desde un primer momento, los científicos aseguraron que el trozo más grande del meteorito se encontraba en el fondo del lago helado de Chebarkul, donde la caída del objeto espacial dejó un gran agujero. Los científicos han advertido a la población contra la “recogida indiscriminada” de los restos del meteorito, ya que les priva de un valioso material de investigación sobre la historia del Universo.

Según los geólogos, el meteorito contiene en su mayor parte minerales de silicatos como el olivino y el ortopiroxeno, además de sulfuro de hierro y níquel, y, en menor medida, cromo, clinopiroxeno y plagioclasas.

El estudio de los meteoritos es crucial para la reconstrucción de las etapas iniciales del sistema solar, ya que esos cuerpos astrales incluyen los componentes a partir de los que fueron creados originalmente los planetas.

El meteorito, que causó más de 1.500 heridos en la región, 319 de ellos niños, tenía según la NASA una masa de hasta 10.000 toneladas en el momento de estallar en la atmósfera, por lo que es el mayor que ha caído sobre la Tierra desde 1908.

Fuente: ABC