es una mujer italiana de 116 años que ahora se ha convertido en la persona más longeva del mundo. Ella es la única persona viva que nació en el siglo XIX y que ha visto cómo avanzó el mundo en dos siglos.

Nacida el 29 de noviembre de 1899 en el pueblo de Civiasco, Emma Morano cree que el secreto de su longevidad consiste en su costumbre de comer dos huevos crudos y uno cocido al día, además de porciones de carne molida cruda, pasta, leche y galletas.

Además comenta que le gusta irse a dormir temprano y su mayor secreto es “ser soltera”, aunque no siempre lo fue.

En una entrevista a New York Times contó que su gran amor no regresó de la Primera Guerra Mundial y, en 1926, se casó con otro hombre que resultó ser violento. Tuvieron un hijo que murió en la infancia y se separó de él. Nunca volvió a casarse porque “no quería estar dominada por nadie”.

Cuando le informaron que tenía el récord de la persona más longeva del mundo, declaró: “¡Caramba! Soy tan vieja como las montañas”.

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