Moscú anunció la reapertura de la base militar situada en Novosibirskie Ostrová, un archipiélago en el océano Glacial Ártico. Asimismo, varios barcos de la Flota del Norte rusa, entre ellos el crucero de misiles de propulsión nuclear Piotr Veliki llegaron a las citadas islas, conducidos por cuatro rompehielos atómicos.

Según un análisis del columnista del portal Odnako Alexánder Gorbenko, la necesidad de intensificar la presencia militar de las fuerzas rusas en la zona se debe en primer lugar a razones de seguridad estratégica, dado que el norte de Rusia está escasamente protegido de posibles ataques, tanto por aire como por mar.

Gorbenko señala que las autoridades rusas son conscientes de la necesidad de cambios, especialmente teniendo en cuenta el aumento de la presencia de fuerzas militares extranjeras en la región.

En particular, EE.UU. está ampliando y modernizando sus bases militares del Ártico, mientras que la Marina del país aprende a operar no solo bajo el agua, sino también en la superficie, algo que es posible gracias al derretimiento significativo del hielo ártico y al aumento del periodo anual de navegación.

Rusia está interesada en esta ruta también porque permitirá explotar la plataforma continental y los depósitos minerales del Ártico, ya que actualmente este trabajo choca con las complejidades técnicas para la exploración y extracción y la dificultad de transportar los recursos naturales extraídos.

Fuente: Actualiad RT