La predicción maya del fin del mundo ha sido un error histórico de interpretación, según revela el contenido de la exposición “La sociedad y el tiempo maya” que se exhibe desde este jueves en el Museo del Oro de Bogotá.

El arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México y uno de los curadores de la muestra, Orlando Casares, explicó que la base de la medición temporal de esta antigua cultura era la observación de los astros.

Se fijaban, por ejemplo, en los movimientos cíclicos del sol, la luna o venus, y de la misma forma medían sus eras, que tenían un principio y un final.

“Para los mayas no existía la concepción del fin del mundo, por su visión cíclica”, especificó Casares, que aclaró: “La era cuenta con 5.125 días, cuando ésta acaba, comienza otra nueva, lo que no implica que durante ese momento vayan a ocurrir catástrofes; simplemente los hechos cotidianos, que pueden ser buenos o malos, vuelven a repetirse”.

Un año de los mayas se dividía en dos partes: un calendario que hablaba de las actividades cotidianas, la agricultura, prácticas ceremoniales, caseras o domésticas, de 365 días y llamado ‘Haab’; pero por otro lado existía otro, más pequeño, de 260 días, que regía la vida ritual, el ‘Tzolkin.

La mezcla de ambos calendarios permitía a los ciudadanos organizarse. De esta forma, por ejemplo, el granjero podía ir a sembrar, pero sabía que tenía que preparar otras festividades de sus deidades, es decir, “no podían separar lo religioso de lo cotidiano”.

Para calcular períodos más grandes utilizaban la Cuenta Larga, dividida en varias unidades de tiempo, de las cuales la más importante es el “baktun” (período de 144.000 días); en la mayoría de las ciudades 13 “baktunes” constituían una era y, según sus cálculos, el 22 de diciembre de 2012 terminará la presente.

Con esta explicación quieren demostrar que el bulo que corría por el mundo acerca de la predicción de los mayas no está basado en hechos arqueológicos, sino en fallos, “intencionados o no”, de interpretación de los objetos encontrados de esta civilización.

Fuente: EFE