Los chimpancés pueden ser nuestros parientes más cercanos, pero no nos entienden como lo hacen los perros. Así lo determinó un estudio realizado en el último número de PLoS ONE, que determinó que a los chimpancés les importa cuando la gente señala objetos, pero los perros prestan atención y saben exactamente lo que la persona busca.

“Hay múltiples evidencias que sugiere que las presiones de selección durante la domesticación de los perros han cambiado de tal manera que se adaptan perfectamente a su nuevo nicho, el medio ambiente humano”, dijo la psicóloga cognitiva del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, Juliane Kaminski

Incluso, señaló que pueden hasta nacer con este don innato, puesto que a las seis semanas de edad, los cachorros no poseen ninguna formación importante.

Para el estudio, Kaminski y sus colegas compararon cómo los chimpancés y perros reaccionaban a las actitudes humanas. La persona apuntaba a un objeto visible fuera de su alcance, pero dentro del tema de los animales. Si el chimpancé o el perro recuperaban el objeto, era recompensado con un premio de comida sabrosa.

Los chimpancés hacían caso omiso de los gestos humanos, a pesar de que estaban interesados y motivados para obtener la recompensa de los alimentos. No comprendían la intención referencial del humano en la tarea, por lo que simplemente ignoraban a la gente durante el estudio.

En cambio, “los perros pueden leer los gestos humanos desde edades muy tempranas”, sentenció Kaminski.

En cuanto a los gatos, la investigación previa encontró que los felinos domésticos también prestan atención a los humanos y pueden entender los gestos. Kaminski, sin embargo, mencionó que “los investigadores tuvieron que seleccionar de entre varios cientos de gatos”, lo que sugiere que sólo algunos están a la par con los perros cuando se trata de entender a las personas.

Por lo tanto, los chimpancés están tan cerca de los humanos en el árbol genealógico de los primates que deberían haber entendido los gestos humanos, pero no pudieron hacerlo. Los perros, en tanto, desafían la hipótesis inicial.

Fuente: La Tercera.com