Es, quizá, el avión que finalmente podría acabar con la discusión sobre quién se lleva el asiento de la ventana.

La empresa Spike Aerospace acaba de construir un jet supersónico privado, que cuenta con un nuevo diseño radical, donde toda la pared de la cabina es una pantalla que se puede convertir en una ventana gigante.

Asimismo, en dicha ventana gigante, se puede crear una imagen panorámica. O inclusive se puede optar por disfrutar de una película en sus paredes.