En el Día Internacional de los Trabajadores, el papa Francisco solicitó poner los esfuerzos en terminar con la desocupación. Denunció un pensamiento que excluye “las reglas de la justicia social”.

“Llamo a los políticos a hacer todo lo posible para reactivar el mercado laboral. El trabajo nos da dignidad. En cambio, los que no trabajan no tienen esa dignidad”, declaró ante miles de fieles que asistían a su audiencia semanal en la plaza de San Pedro.

“Pero tantos son aquellos los que quieren trabajar y no pueden. Cuando la sociedad está organizada de un modo en que todo el mundo no tiene la oportunidad de trabajar, esa sociedad es injusta “, agregó.

Francisco pidió “a todos que, en la medida de sus responsabilidades, se esfuercen por crear puestos de trabajo y dar esperanza a los trabajadores”.

Por otra parte, el Sumo Pontífice alertó sobre el “trabajo esclavo” aún vigente en el mundo, y solicitó a los cristianos y hombres y mujeres de “buena voluntad” a que encabecen la lucha contra el “tráfico de personas”, una de las modalidades de la servidumbre.