El Papa Francisco, durante su homilía del miércoles de Ceniza, ha invitado a emprender el camino “de una conversión no superficial o transitoria” sino un “itinerario espiritual” completo.

Al inicio de esta Cuaresma, el Sumo Pontífice ha pedido “el don de las lágrimas” para superar la hipocresía y así emprender una auténtica conversión. Ha explicado que es bueno preguntarse si lloramos.

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“¿El Papa llora?, ¿los cardenales lloran?, ¿los obispos lloran?, ¿los sacerdotes lloran? El llanto, ¿es parte de nuestra oración?”, dijo.

Denunciando la hipocresía, ha pedido que limosna, ayuno y oración se practiquen “sin ninguna ostentación”. Estas tres acciones, hechas desde “el formalismo exterior”, tienen que ver más con un sentimiento de superioridad que con la penitencia y la conversión, ha señalado el Papa.

Con la actitud equivocada, añadió Francisco, es fácil caer en la tentación de la “hipocresía”. Porque es fácil “que crezca el deseo de ser amado y admirado por las buenas acciones”. Frente a esto, el Papa ha recomendado confiar «en la única recompensa del Padre “que ve en lo secreto”. Y poniendo en relación las lágrimas y la hipocresía, ha dicho que “los hipócritas no saben llorar, lo han olvidado, no piden el don de las lágrimas”.

Fuente: ABC