El papa Francisco expresó en una homilía que le duele ver a un sacerdote o a una monja ‘con el último modelo de coche’ y pidió que la Iglesia renuncie a la riqueza.
El sumo pontífice, indicó ante unos 6 mil seminaristas y novicias, que el coche, si bien es necesario, es mejor un vehículo ‘humilde’. “Si os viene la tentación de un buen coche, pensad en los niños que se mueren de hambre”, dijo.
“En este mundo en el que las riquezas hacen tanto daño, los curas y las monjas tenemos que ser coherentes con la pobreza. Cuando vemos que el primer interés de una institución parroquial o educativa es el dinero, esto es una gran incoherencia”, lamentó Francisco.
En su homilía, el papa subrayó que la difusión del Evangelio “no está asegurada ni por el número de personas, ni por el prestigio de la institución, ni por la cantidad de recursos disponibles”, explicó.
Según dijo, “lo que cuenta es estar imbuidos del amor de Cristo, dejarse conducir por el Espíritu Santo, e injertar la propia vida en el árbol de la vida, que es la Cruz del Señor”.