El papa Francisco considera que las distintas realidades personales que se dan en la sociedad actual, como la existencia de hijos que conviven con parejas homosexuales, suponen un desafío educativo nuevo para la Iglesia Católica, sobre todo a la hora de anunciar el Evangelio.

Éste es uno de los mensajes que el pontífice argentino dio el pasado noviembre en la clausura en el Vaticano de la 82 Asamblea General de la Unión de Superiores Generales (USG) de los institutos religiosos masculinos, recogido por la revista “La Civiltà Cattolica” y del que este sábado se publica más contenido.

“Recuerdo el caso de una niña muy triste que al final le confesó a la maestra el motivo de su estado de ánimo: ’La novia de mi madre no me quiere’”, contó Francisco a los superiores generales de los institutos religiosos.

“El porcentaje de chicos que estudia en los colegios y que tienen a sus padres separados es muy elevado. Las situaciones que vivimos hoy, por tanto, plantean nuevos desafíos que para nosotros, a veces, son incluso difíciles de comprender. ¿Cómo anunciar a Cristo a estos chicos y chicas?. ¿Cómo anunciar a Cristo a una generación que cambia?”, aseveró.

El tema de la familia y su pastoral centrará la Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de Obispos que se celebrará el próximo octubre en el Vaticano, y para su preparación la Santa Sede envió un cuestionario a las Conferencias Episcopales de todo el mundo con preguntas sobre los matrimonios homosexuales y el divorcio.

“¿Cuál es la actitud de las Iglesias locales hacia el Estado como promotor de uniones civiles entre personas del mismo sexo y ante las personas que las protagonizan?. ¿Qué atención pastoral se puede dar a quienes han elegido vivir bajo este tipo de uniones?”, se pregunta en el documento.

En caso de adopciones por parte de parejas del mismo sexo, “¿qué se puede hacer pastoralmente para transmitir la fe?”, prosigue el cuestionario, que dedica también un apartado a la educación de los niños en los llamados “matrimonios irregulares” y la forma en la que sus padres se acercan a la Iglesia.

Fuente: EFE