El hedor a carne podrida indicó a los vecinos de un barrio de la ciudad de Darya Khan, en la provincia pakistaní de Punjab, que algo extraño pasaba en una de las residencias del lugar. Es por ello que llamaron a la policía para saber qué estaba sucediendo.

Cuando los agentes allanaron la vivienda de Mohammad Arif, encontraron algo que les puso los nervios de punta: la cabeza seccionada de un infante de 3 años aproximadamente.

“Encontramos que la cabeza cortada de un niño pequeño, de unos dos o tres años”, dijo el superitendente de la policía de Punjab, Amir Abdullah Khan, a la BBC.

NO ES LA PRIMERA VEZ

Según indicó el mismo medio, no es la primera vez que Arif está envuelto en un caso similar. En 2011, él y su hermano, identificado como Mohammad Farman Ali, ‘robaron’ el cadáver de una mujer de un cementerio.

En esa oportunidad, Arif admitió que las “piernas y brazos del cuerpo habían sido cortados y cocinados en curry”.

Lo más curioso es que en Pakistán no hay leyes que castiguen el canibalismo, por lo que Arif y su hermano fueron condenados por profanación de tumbas y encarcelados bajo ese parámetro.

INTERROGADO

Al ser interrogado por los agentes, Alif confesó que sabía lo que había pasado con el cuerpo del bebé. Sin duda, su testimonio fue más que perturbador.

“Durante el interrogatorio inicial, Arif admitió que ellos (él y su hermano) cortaron el cuerpo y lo cocinaron el cuerpo, más negó que lo haya consumido”, dijo Abdullah.

Fuente: BBC