El fallecido capo del Cartel de Medellín, , hizo de todo. Fue negociante, se enfrentó a grandes narcotraficantes, controló por años el mundo de la droga, visitó la Casa Blanca e intentó ocupar un cargo político en Colombia, además cumplió el sueño de su hijo Juan Pablo Escobar al llevarlo a , en Orlando, USA. ¿Cómo llegó sin que nadie lo atrapara? ¿Qué hizo estando ahí? Te lo contamos a continuación.

Era 1981 cuando , su hijo (hoy Sebastián Marroquín), su esposa María Victoria Henao, su madre Hermilda, su hermano Roberto Escobar y su primo e inseparable socio Gustavo Gaviria se subieron a su avión y fueron a Orlando, Florida.

Según cuenta su hijo, el capo de la droga quería complacerlo pero temía que fuera arrestado en USA. Sin embargo nada de eso pasó, por aquellos años no era muy conocido en el mundo ni en Colombia a pesar de haber sido catalogado ese mismo año como el hombre más rico de su país.

El negocio de la droga iba de maravillas. Ya era el proveedor del 80 por ciento de la cocaína que circulaba por el mundo mediante el Cartel de Medellín, pero su perfil aún no estaba en las fichas colombianas ni estadounidenses. Aún podía hacer una vida normal.

Con inmunidad diplomática conseguida gracias a sus contactos en el mundo de la política, viajó al país del Norte. Llegó a Disney *y llamó la atención de todo el mundo, no por sus orígenes ni extraño bigote en el rostro, sino por las innumerables cosas que compraba. *Pablo Escobar adquiría cuanto souvenir miraba.

Incluso, a pesar del supuesto temor que tenía a las montañas rusas, Pablo Escobar le dio a su hijo un gusto singular. Ingresaron juntos a uno de los juegos más espectaculares que tenía Walt Disney Worl: Space Mountain.

“Esos años eran los más maravillosos para él y para nosotros. Aún podíamos hacer una vida normal”, dijo Sebastián Marroquín al recordar ese episodio en su libro Pablo Escobar. Mi padre.

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