Las tropas del régimen sirio cometen graves crímenes contra los civiles, afirmó en Ginebra la comisión de investigación para Siria creada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Según el informe, las tropas del gobierno dispararon indiscriminadamente contra zonas residenciales. Además, son culpables de torturas, asesinatos, fusilamientos, violaciones y saqueos.

Con toda la fuerza del Estado, la dictadura siria ha utilizado todas las armas a su alcance para aplastar a la oposición. En ese sentido, instó al Consejo de Seguridad del organismo a buscar una solución política para esta guerra civil.

El informe no incluye las consecuencias del ataque químico que el 21 de agosto mató a más de mil 300 personas, entre ellas cientos de mujeres y niños inocentes, puesto que su investigación se refiere al periodo que va desde mediados de mayo a mediados de julio.

La mayor parte de los ataques se produjo con armas convencionales, pero tras el uso de armas químicas es cada vez más urgente poner fin a la guerra, afirmaron los expertos independientes durante la presentación de su último informe.

“Con el fantasma de una intervención militar internacional, Siria y la región corren el riesgo de sufrir un incendio que aumente el sufrimiento de los civiles”, agrega el informe.

Por su parte, Human Rights Watch, en su informe “Ataques contra Guta: Análisis del supuesto uso de armas químicas en Siria”, establece que existen pruebas que demuestran “con fuerza que las tropas del Gobierno sirio lanzaron cohetes con cabezas químicas contra los suburbios de Damasco en esa horrible mañana”.

Para llevar a cabo su investigación sobre lo ocurrido en los distritos de Guta Oriental y Occidental, controlados por la oposición, HRW estudió los testimonios de testigos y la información disponible sobre el posible origen de los ataques.

Fuente: Infobae y Agencias