La tormenta tropical Irene prosiguió el domingo más debilitada su recorrido por la costa Este de EEUU, donde ha dejado al menos 18 muertos y cerca de cuatro millones de hogares sin electricidad, y el presidente Barack Obama advirtió que los efectos podría durar semanas.

En una declaración desde la Rosaleda de la Casa Blanca, Obama subrayó que el impacto de Irene “se dejará notar aún durante un tiempo” y su peligro “aún no ha acabado”.

En una rueda de prensa, la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, quien también acompañó a Obama en su comparecencia, advirtió acerca de que “Irene” sigue siendo “potencialmente muy peligrosa”.

Los trabajos de los equipos de asistencia aún se prolongarán semanas, agregó Obama, quien adelantó su regreso de las vacaciones estivales el viernes ante la alarma de la tormenta.

Especialmente para hacer frente a las inundaciones, el principal riesgo expresado en las intervenciones públicas de las autoridades, quienes en su último recuento oficial situaron en 18 la cifra provisional de fallecidos en siete estados de la costa Este.

Las víctimas mortales corresponden a los estados de Connecticut, Carolina del Norte donde “Irene” tocó tierra el sábado, Florida, Maryland, Nueva Jersey, Pensilvania, Nueva York y Virginia.

Fuente: Efe