“Lo sentí ahí como dándonos una bendición, diciéndonos: ‘Hoy arranca la batalla. Vayan a la victoria. Tienen nuestra bendiciones’. Así lo sentí yo desde mi alma”, relató Maduro en el patio de la casa natal de Chávez en Sabaneta, en el estado de Barinas.

Maduro, que estaba acompañado de los hermanos de Chávez, sostuvo que al orar en una pequeña capilla católica y al encontrarse totalmente solo, apareció el ave, con la que se comunicó con silbidos.

“De repente entró un pajarito, chiquitico, y me dio tres vueltas acá arriba”, dijo señalando su cabeza e imitando un aleteo. El pájaro, prosiguió Maduro algo emocionado, “se paró en una viga de madera y empezó a silbar, un silbido bonito”, dijo imitándolo.

“Me lo quedé viendo y también le silbé, pues. ’Si tú silbas yo silbo’, y silbé. El pajarito me vio raro, ¿no? Silbó un ratico, me dio una vuelta y se fue y yo sentí el espíritu de él (Hugo Chávez)”, remarcó.

“(El 5 de marzo Hugo Chávez) voló, voló y está volando; desde la vida eterna nos vigila”, agregó Maduro.

Fuente: EFE