La prueba nuclear realizada por el régimen de Kim Jong Un desató el terremoto más potente que ha tenido Corea del Norte en los últimos 20 años, alcanzando 5.1 en la escala de Richter.

No es la primera vez que el país asiático tiembla a causa de la experimentación nuclear, ni es el primer sismo provocado por el hombre. Los avances tecnológicos han hecho posible desestabilizar la corteza terrestre, especialmente cuando se juega cerca de una falla.

Según Nat Geo, los últimos dos terremotos que sacudieron Corea del Norte, en 2006 y 2009, fueron precedidos por pruebas nucleares. Midieron 4.3 y 4.7 respectivamente en la escala de Richter.

Todos fueron causados por explosiones nucleares subterráneas en un intento del mandatario por desarrollar un misil de largo alcance que podría amenazar a Estados Unidos.

Las pruebas nucleares bajo tierra no son ninguna novedad, ya que desde 1963 se firmó el Tratado de Prohibición Parcial de Ensayos Nucleares (TPPN) autorizando las demostraciones atómicas únicamente a profundidad.

Además de explosiones nucleares, existen muchas maneras en las que el hombre ha alterado las zonas sísmicas. Cuando en 2007 colapsó la mina de carbón Crandall Canyon en Utah, Estados Unidos, ocasionó un temblor con una magnitud de 3.9 en la escala de Richter.

En 1989, la extracción de carbón en exceso de un mina en Newcastle, Australia, provocó el primer sismo en la historia del lugar.

Igualmente, en Gazli, Uzbekistán, los procesos de extracción de gas natural de un sedimento desencadenaron una serie de terremotos, el más fuerte registrado en 7.3.

Lee más aquí