La agencia espacial estadounidense NASA lanzó este miércoles con éxito el primer satélite para estudiar el dióxido de carbono en la atmósfera, cuyos primeros resultados se esperan para principios de 2015.

El Observatorio Orbital de Carbono-2 (OCO, por su sigla en inglés) partió a las 02:56 hora local (09.56 GMT) a bordo de un cohete Delta II desde la base de la Base Vandenberg de la Fuerza Aérea, a unos 240 kilómetros al noroeste de Los Ángeles (California, EE.UU.).

Casi una hora después del lanzamiento, el observatorio se separó del cohete propulsor y entró en una órbita a 690 kilómetros de la Tierra. El artefacto realizó una serie de procedimientos de activación, estableció comunicación con los controladores en la Tierra y extendió sus paneles solares con éxito.

Las primeras observaciones telemétricas indican que el satélite está en “condiciones excelentes”, indicó la NASA en un comunicado.

EFE