Esta circunstancia amenaza el suministro de alimentos en Estados Unidos y la seguridad mundial, pues las aguas subterráneas en los mayores acuíferos del mundo (las Grandes Llanuras de EE.UU., el Valle Central de California, China e India) se agotan a un ritmo alarmante.

Según un nuevo análisis del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL por sus siglas inglesas) de la NASA, publicado en ’Nature Climate Change Journal’, la mayoría de los acuíferos yacen bajo grandes regiones agrícolas del mundo, y el 80% del uso de agua dulce se destina a la agricultura.

En otras palabras, su reducción supone una seria amenaza para el suministro de alimentos del mundo. “La desaparición de las aguas subterráneas se traducirá en importantes descensos en la productividad agrícola y la producción de energía, con una potencial subida de precios de los alimentos y ramificaciones profundas económicas y políticas”, sostiene James Famiglietti, hidrólogo principal en el JPL.

Los analistas recurrieron a un nuevo programa llamado ’Gravity Recovery and Climate Experiment’ (GRACE, por sus siglas inglesas), que mide pequeños cambios en la atracción gravitatoria en un área para determinar la capacidad de las aguas subterráneas y crea imágenes basadas en satélites.

Los sondeos del GRACE muestran, por ejemplo, que el acuífero noroeste de la India, junto a la frontera con Pakistán, se viene agotando a un ritmo de 17,7 kilómetros cúbicos al año desde 2013.

El acuífero del norte de Oriente Medio, por su parte, pierde 13 kilómetros cúbicos al año en Irak, Irán, Siria y Turquía, que bombean sus aguas.

Dos de las mayores reservas de agua subterránea de EE.UU., el acuífero del Valle Central en California y de Ogallala, situado bajo las Grandes Llanuras y se extiende de Dakota del Sur hasta Texas, están perdiendo un total de 15,6 kilómetros cúbicos del agua al año debido a la agricultura y al uso urbano.

Fuente: Actualidad RT