Con su independencia, Sudán del Sur parte con el reto de levantar prácticamente desde la nada un nuevo Estado, empobrecido por las guerras y carente de infraestructuras y servicios básicos.

Aun así, a tan solo unos días de que el sur declare su independencia el próximo sábado 9 de julio, son palpables los cambios graduales ocurridos durante los últimos cinco años en las calles de Yuba, capital del nuevo estado.

Tras la firma en 2005 del tratado de paz con el norte de Sudán que puso fin a veintiún años de guerra civil, el Gobierno sureño se encontró con una herencia de ruinas y devastación y con el desafío de empezar a construir un Estado desde la nada.

Muchos sudaneses esperan que con la independencia, los líderes del sur se centren en asuntos que afectan tanto a los ciudadanos como al propio Gobierno y sus instituciones, ya que muchos desean unos servicios básicos adecuados y el mantenimiento de la seguridad.

Fuente: Efe