El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, condenó los ataques contra la embajada de Arabia Saudí en Teherán, Irán; y su consulado en Mashhad (segunda ciudad iraní) registrados tras la ejecución de un destacado clérigo opositor chiíta en Riad.

En un comunicado, Al Arabi calificó los incidentes ocurridos en Irán como una “violación flagrante de los tratados y normas internacionales”.

Asimismo, dijo que el Gobierno iraní tiene la responsabilidad de proteger las sedes diplomáticas de terceros países de acuerdo a los tratados internacionales.

Al Arabi también exigió a las autoridades iraníes respetar el concepto de “no injerencia en los asuntos internos de los Estados”, en referencia a las críticas y amenazas de Teherán tras la ejecución del jeque Nimr Baqir al Nimr.

A este pedido también se sumó Marruecos, Emiratos Árabes, Líbano, Pakistán entre otros.

Arabia Saudita convocó al embajador iraní en Riad en protesta por “las declaraciones agresivas” de Teherán y le trasmitió su queja por las críticas iraníes a las “disposiciones legales” adoptadas por el reino, en referencia a las ejecuciones. Teherán convocó también al encargado de negocios saudí.

Al Nimr fue ejecutado el viernes junto a otras 46 personas condenadas por terrorismo, entre las que había algunos destacados miembros de la red terrorista Al Qaeda, pero también activistas chiítas.