María Reyes es una señora que había logrado sacar a su hija Damaris Reyes Rivas (15) de para salvarla de la temida Mara Salvatrucha (MS-13), pero lamentablemente la joven fue asesinada en Washington D.C.

La mujer llegó a Maryland en el año 2005 desde San Vicente, El Salvador, debido a que tenía temor que los pandilleros se vengaran de ella, ya que había visto cómo los delincuentes atacaban a un autobús y había cooperado con la policía.

Ella había cruzó la frontera de México y los Estados Unidos y ahorró dinero para mandar a buscar a su hija y sacarla de la violencia. Sin embargo, los maras también están en Maryland y Virginia, en el área metropolitana de Washington D.C. Lamentablemente, la pandilla asesinó a la joven en enero.

El cuerpo de Damaris apareció el 11 de febrero en un edificio industrial de Springfield, Virginia. Llevaba algo más de un mes muerta. Su madre había denunciado su desaparición de la casa familiar en Gaithersburg, Maryland, poco antes de la Navidad.

La policía acusó a seis menores y cuatro adultos de 18 años por el homicidio, que se consideró un caso de violencia pandillera, y otros similares, entre ellos la desaparición de otra adolescente, de 17 años.

De acuerdo a las autoridades, la MS-13 es responsable de una serie de casos de tortura y asesinato sucedidos en la zona a lo largo de los últimos dos años. Hace algunos años, la prensa llamaba la atención sobre el tráfico de menores sin acompañante, y sus peligros.

“No sabía que aquí existía gente así. Creí que era super seguro traerla aquí conmigo”, dijo Reyes sobre los pandilleros que mataron a su hija.

Damaris tenía 12 años cuando su madre le pagó a un “coyote” para que la ingresara a Estados Unidos, pero la policía detuvo y repatrió a la niña. Dos días después, Damaris logró entrar.

En la escuela, una organización para jóvenes latinos en riesgo advirtió que la joven salía con un pandillero y le ofreció apoyo. Sin embargo, ella lo rechazó.

La primera vez que se escapó de su casa, al cabo de una semana llamó a la madre: “Ven a buscarme, pero ten cuidado. No quiero que te vean porque te podría pasar algo”, le dijo.

Reyes decidió que la enviaría a vivir a Texas, donde tenían familia, tras Navidad. Pero el 10 de diciembre Damaris volvió a huir.

Esa vez, fue la última. En Navidad vio una selfie de Damaris con un joven que, supuso, sería su novio. Resultó uno de los imputados por su homicidio.

Cuando el 4 de enero la hija por fin la atendió, la mujer le rogó que regresara. “Me gustaría, pero ya no puedo”, dijo. Se estima que murió dos días más tarde.

En Facebook, Damaris tenía muchos amigos que lucían calaveras, armas y otros signos de la MS-13 en sus fotografías. Algunos de ellos amenazaron a la adolescente diciéndole: “Prepárate”, “Ya dieron el permiso para liquidarte”.

Cuando Reyes les habló a unos muchachos que supuestamente eran parte de la peligrosa pandilla, ellos se mostraron indiferentes. Días después, le robaron el automóvil y posteriormente una voz masculina le dejó un mensaje: “Tienes la lengua suelta. Sigues tú”.

Damaris habría sido llevada por la fuerza hasta el edificio donde apareció su cadáver. Un video muestra el momento en que una chica de 17 años, traficada igual que ella desde la misma localidad de El Salvador, la corta con un cuchillo. Ambas habían sido novias de un aspirante a rapero asesinado por haber dicho que era un líder de la MS-13. Se cree que la venganza de los pandilleros fue el homicidio de Damaris, de acuerdo a .

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