la mandataria chilena llegó luego a la Plaza de la Constitución, la cual cruzó en toda su extensión por una alfombra roja.

Muy agradecida con los chilenos que votaron por ella eligiéndola por segunda vez como presidenta del país sureño, se llevaba las manos al corazón y mandaba besos al aire en una señal de gratitud.

En medio de la plaza, el gabinete se ministros en pleno esperaba a la jefa de Estado para dirigirse a Palacio de La Moneda donde dirigió su primer discurso para el pueblo chileno.