El caso de los 43 estudiantes desaparecidos en México no se puede cerrar, ya que no existen pruebas científicas que confirmen que los estudiantes fueron incinerados en un basurero, aseguró el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que denunció numerosas irregularidades en la investigación.

Entre ellas, que los peritos no estuvieron presentes cuando se recuperó la bolsa con fragmentos óseos que, según la Procuraduría General de la República (PGR*), fue recogida del río San Juan y de la que se extrajeron los restos del único identificado hasta ahora.

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El pasado 27 de enero, el procurador Jesús Murillo informó en una conferencia de prensa que había suficientes pruebas científicas para concluir que los 43 estudiantes fueron asesinados e incinerados por miembros del cartel Guerreros Unidos en un basurero del municipio de Cocula y sus cenizas esparcidas en el mencionado río.

Murillo presentó las pruebas recolectadas en dicho terreno, ubicado a pocos kilómetros de este municipio vecino a Iguala, donde los estudiantes desaparecieron el 26 de septiembre presuntamente por órdenes del entonces alcalde, José Luis Abarca, detenido junto casi un centenar de personas, la mayoría policías y servidores públicos.

Fuente: Agencia EFE.