Miles de maestros y activistas convirtieron este jueves a Chilpancingo, en el sur de México, en una ciudad sin ley al destrozar sucesivamente varias sedes políticas, sin que aparecieran las fuerzas de seguridad.

Armados con palos y tubos y muchos de ellos con los rostros cubiertos, militantes del Movimiento Popular de Guerrero se manifestaron por las calles de esta ciudad durante varias horas, desviándose de su ruta para causar destrozos en sedes políticas.

El Movimiento Popular de Guerrero fue creado a comienzos de este mes por militantes de un sindicato de maestros y activistas de organizaciones simpatizantes que apoyan su lucha para resistir una reforma educativa impulsada por el Gobierno federal.

Los actos de este jueves afectaron a todos los partidos políticos, a la oficina de un senador y a una sede de la Contraloría local en Chilpancingo, capital del sureño estado de Guerrero, uno de los más pobres del país y gobernado actualmente por la izquierda.

“Están en contra de todo y a favor de nada (…). Esto no debe quedar impune”, afirmó en declaraciones a la televisión el máximo dirigente del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), César Camacho.

Precisamente, la furia se enfocó en la sede del PRI, la mayor de las instalaciones atacadas y donde los activistas destrozaron documentos y mobiliario, y provocaron un incendio.

La primera sede atacada fue la del conservador Partido Acción Nacional (PAN), donde la decena de empleados que se encontraba allí entraron en pánico por el asalto a las oficinas, donde fueron destrozados muebles, computadoras y ventanas.

Después tocó el turno al Movimiento Ciudadano, un grupo de izquierdas, a la sede de un senador y a las oficinas del también izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), uno de los grupos a los que representó Ángel Aguirre cuando se convirtió en gobernador de Guerrero en los comicios del 30 de enero de 2011.

En la sede de la Contraloría de la Secretaría de Educación de Guerrero los manifestantes destrozaron los archivos y provocaron un incendio con bombas molotov.

Llamó la atención la absoluta ausencia de policías durante la manifestación, según pudo comprobar Efe. Sólo apareció un grupo de bomberos en la sede del PRI para intentar apagar el fuego desatado en su interior.

Fuente: EFE