Rosa del Carmen Verduzco Verduzco dirigía la casa hogar La Gran Familia y era tratada como una gran benefactora. Sin embargo, la policía descubrió que tenía 458 menores esclavizados que sufrían abusos sexuales.

“Mamá Rosa” fue detenida el martes en la ciudad de Zamora, estado de Michoacán. Fue acusada de ser la máxima responsable de los incontables abusos sufridos por los casi 500 menores que vivían en su establecimiento.

Durante 60 años, sacó a los niños de la calle para explotarlos.

Los obligaba a pedir limosna todo el día y luego los hacía dormir en el suelo, entre ratas y chinches, alimentados con comida en mal estado. La tortura se completaba con los constantes abusos sexuales a los que eran sometidos.

No sólo la prensa la reconocía. También las autoridades políticas, como la alcaldesa de Zamora, Rosa Hilda Abascal, y hasta el exgobernador de Michoacán Leonel Godoy la han condecorado por su “obra”. La Gran Familia era una escala casi obligatoria para todos los candidatos locales durante sus campañas políticas.

En YouTube se puede encontrar un documental televisivo hecho en su honor, que la presenta como “una mujer que ha dedicado su vida a dar cariño, amor y cobijo a niños, jóvenes y adultos”.

Rosa del Carmen Verduzco Verduzco empezó a aprovecharse de los niños que estaban en la calle en 1947, cuando tenía 12 años. Poco después construyó el albergue, que al principio se llamaba La Casa Hogar y que en la década del 60 empezó a llamarse La Gran Familia de Mamá Rosa”.

En 1973 se constituyó como asociación civil, supuestamente, para lograr la adaptación social y personal de los niños de la calle.

Las denuncias de violaciones a los derechos humanos perpetradas por Mamá Rosa se conocen por lo menos desde los años 80. La causa de que no prosperaran antes son sus fuertes vínculos con la política local y con la prensa.

Pero no todos los periodistas la encubrían. Durante las visitas que realizaban los medios y algunos inspectores complacientes, Mamá Rosa sólo los dejaba recorrer algunas áreas del establecimiento. Los cuartos donde dormían amontonados y en el piso la gran mayoría de los niños quedaban siempre muy bien escondidos.

Martha Inés López Ramírez, una de las madres que denunció que su hijo era retenido en el hospicio, contó que la primera vez que lo vio después de haberlo dejado allí “el niño tenía paperas y una fiebre muy alta”.

“Parecía que estaba dopado, ni siquiera reconoció a su papá. Además estaba golpeado. Nos han dicho que los niños incluso eran violados”, agregó.

Fuente: Infobae