El parque de diversiones Eco Alberto, ubicado en el estado de Hidalgo, estrenó una nueva e insólita atracción: cruzar la frontera de México hacia los Estados Unidos para que los visitantes experimenten la misma adrenalina que un traficante o un inmigrante sin documentos.

El juego dura tres horas e incluye arbustos, que deben ser esquivados, atravesados y usados por los aventureros para esconderse. También hay sirenas, perros de cacería y patrullas fronterizas.

La atracción, llamada Night Walks, es en verdad una forma de disuadir a los jóvenes de intentar cruzar la frontera, de acuerdo con el periódico estadounidense The Washington Times.

“Nuestro objetivo es detener la inmigración que existe entre los mexicanos con dirección a los Estados Unidos”, aseguró Maribel García, administradora del parque, a la cadena de televisión PBS.

“No vale la pena correr el riesgo, porque si no podemos aguantar unas horas, no vamos a ser capaces de soportar días. Esto es muy duro”, evaluó una de las turistas que participó de la hazaña, Jazmín Arely Moreno.