El sismo de mayor potencia que se registró este año fue el pasado 18 de abril, con un índice de 7,2 en la escala de Ritcher. Las sacudidas durante el mes de mayo fueron réplicas de aquel movimiento, según explica Raúl Valenzuela, del Sistema Sismológico Nacional.

“Van a seguir ocurriendo varias semanas, posiblemente un mes o un poco más”, explicó el especialista, quien recordó que el fuerte sismo ocurrido en Sendai, Japón, que registró una intensidad de 9 grados tuvo réplicas por más de un año.

Ante la incógnita de si los movimientos registrados en mayo son la antesala de un terremoto, Valenzuela no descartó esa posibilidad, pero reconoció que, de todas maneras, las réplicas son “normales”, según consigna El País.

Una de las explicaciones de por qué México sufre tanto estos fenómenos sismológicos es porque está afectado por cinco diferentes placas. En primer lugar, la mayor parte del país se encuentra en la placa de América del Norte. La del Pacífico repercute en la Península de Baja California, mientras que la placa del Caribe afecta a la parte sur, en Chiapas.

Asimismo, en las costas del Pacífico hay dos placas en el fondo del mar: Cocos y Rivera. “Estas placas subacuáticas se están metiendo por debajo del manto de América del Norte, creando una zona de subducción”, indica Valenzuela.

Los sismos que se han venido sucediendo desde el mes de abril se registraron en distintos municipios de Guerrero. Tras el terremoto de 1985, el Gobierno instaló en la costa de Estado mexicano 12 acelerómetros, debido a la intensa actividad sísmica.

Para evitar un sismo de 8 grados se necesitarían 900 de seis grados. El Sismológico Nacional reportó el 14 de mayo 15 sismos, mientras que el día siguiente se registraron otros 6. Muchos de ellos resultan imperceptibles sin ningún tipo de alerta o advertencia.

En poco más de un siglo, México ya vivió tres terremotos de magnitud 8 o mayores. El primer y más fuerte sucedió en las costas de Jalisco, con un impacto de 8,2. El segundo es el mencionado fenómeno ocurrido en 1985 en Michoacán, cuando la magnitud llegó a 8,1. Por último, el más reciente sucedió en 1995 y fue de 8.

Fuente: Infobae.com