Arlindo Luís Carbalho es calificado como el de todos los tiempos. Fue detenido en 1997 y pese a que fue condenado a 514 años por violar a 35 mujeres, solo estuvo 20 años en prisión.

En prisión se jactó de violar a 140 mujeres y tuvo a toda España bajo el temor de su ausente presencia. La doble vida que llevaba no levantaba sospecha alguna: de día padre, esposo y esforzado instalador de gas, de noche un silencioso violador que tuvo en vilo a la Policía durante la década del 90.

Arlindo, conocido como el “Violador de la Pirámides” debido a que atacaba en un barrio de Madrid con ese nombre, regresó a casa de su mamá en el pueblo Valencia de Alcántara donde, como es comprensible, genera temor entre los vecinos de la zona. El diario español La Vanguardia consiguió entrevistarlo y esto fue lo que dijo:

“Empiezas persiguiendo chicas, todo ese tipo de cosas…bueno, las tonterías que puede hacer cualquier hombre (…). Los hombres cometemos muchas tonterías, muchas veces porque somos incapaces de decir las cosas. Parece que nos da miedo la mujer, no lo sé. O por lo menos yo tengo esa sensación”.

Sin duda uno de los momentos más duros —que habrá erizado la piel de muchos— es cuando se le pregunta si recuerda el rostro de sus víctimas, a lo que responde “no”. “-¿Tú crees que ellas recuerden tu rostro? -seguramente sí, por desgracia”, respondió.

Las declaraciones del mayor violador de España: