Aunque todavía hay una gran masa de jóvenes que mantiene su reclamo contra el gobierno, hay otros tantos que deben soportar los abusos y represiones de la Guardia Nacional. Tal es el caso de Juan Manuel Carrasco, de 21 años, y Jorge Luis León, de 25, quienes fueron detenidos el 13 de febrero y desde entonces, según ellos, vivieron días de calvario.

En diálogo con El Mundo, los estudiantes narraron sus historias, llenas de golpes, malos tratos y hasta torturas de todo tipo, desde el momento en que fueron detenidos.

“Reclamé por nuestros derechos. Me golpearon muy feo, en las costillas, en la cabeza, con patadas, cachazos (con la culata) de los fusiles. También con los cascos”, relata Juan Manuel, quien desde un primer momento hizo frente al abuso policial.

“Al llegar al Comando de la Guardia Nacional de Tocuyito (junto a una de las cárceles más violentas del país) nos pasaron un perro y le gritaban ‘¡muérdeles en el cuello!’ Incluso nos lamió las heridas. Después nos arrodillaron y tres de ellos empezaron a jugar al fútbol con nosotros. Nos pateaban en la espalda, mientras gritaban gol”, añadió León, un músico que, a pesar de haber reclamado en contra del gobierno, nunca militó en las filas opositoras.

Ambos permanecieron entre 55 y 60 horas antes de declarar ante el juez.

Juan Manuel, ciudadano español que nació en Venezuela y es hijo de un malagueño, no se guardó nada y recordó también cuando fue abusado por los oficiales de la GN: “Me bajaron los pantalones y me metieron por el ano el cañón del fusil”.

Una vez en la Corte, narró las múltiples violaciones de sus derechos que sufrió y hasta llegó a emocionar a la juez al solicitarle: “Póngase la mano en el corazón si tiene hijos”. Más tarde, el magistrado de la causa decretó el arresto domiciliario.

Fuente: Infobae