Los pasajes de los dos pasajeros fueron comprados a la vez, como indica su número de serie, y fueron encargados desde Irán a dos agencias de viajes de Tailandia.

Ambos embarcaron con identidades falsas, las del italiano Luigi Maraldi y el austriaco Christian Kozel, a quienes les habían robado los pasaportes en Tailandia en 2013 y 2012 respectivamente.