El inspector general de la Policía malasia Khalid Abu Bakar, señaló que la investigación sobre la tripulación, formada por 12 malasios, aún sigue abierta en las citadas cuatro causas, según la agencia local de noticias Bernama.

Cuando las autoridades confirmaron que el Boeing 777-200ER cambió de rumbo de forma deliberada se sospechó de la implicación del piloto, el capitán Zaharie Ahmad Shah, de 53 años, y el copiloto, Fariq Abdul Hamid, de 27 años.

La hipótesis del secuestro perdió consistencia cuando los expertos analizaron los datos tomados por satélites de Inmarsat y concluyeron que el avión cayó en el sur del océano Índico, en una zona alejada de tierra.

El avión despegó de Kuala Lumpur con 239 personas a bordo rumbo a Pekín en la madrugada del 8 de marzo y desapareció de los radares civiles de Malasia unos 40 minutos después de despegar.