Yaneth Suarez Epiayú, una indígena de la etnia wayuú , de sólo 20 años, tomó la fatal determinación de abortar a su hijo utilizando un cepillo dental, el cual introdujo en su vagina, destruyó parte de su útero y alcanzó la cabeza del feto, con apenas 29 semanas de gestación.

El hecho ocurrió el último fin de semana en la ranchería Jachina, ubicada en la vía a Puerto Bolívar, en Colombia. Yaneth, cuya relación con el padre del bebé terminó hace tres meses, aprovechó la noche del pasado Sábado de Carnaval, cuando en su alejada comunidad los hombres celebraban las festividades.

Acostada sobre un chinchorro, colocó su cepillo de dientes en su vagina, el cual frotó inicialmente, pero después lo introdujo con violencia, comenzando a sangrar, con un fuerte dolor que le produjo un grito desgarrador que alarmó a los habitantes de la olvidada comunidad, que fueron en su ayuda.

La joven fue llevada al hospital San José de Maicao, donde dio a luz, pero los médicos notaron que el bebé emanaba sangre por la cabeza, al igual que la joven que tenía daños en sus partes íntimas y destrozos en el útero. Ella confesó lo ocurrido.

Bebé sobrevive

Pese a todo, el menor nació con vida, pero fue remitido de manera inmediata a la Clínica San Juan Bautista. Allí fue sometido a una cirugía por las lesiones en su cabeza, pero el niño corre riesgo por ser prematuro y enfrenta a la posibilidad de desarrollar epilepsia o hidrocefalia.