El 29 de mayo de 2005, la estadounidense en bachiller Natalee Holloway, en viaje vacacional de grado a Aruba, junto a sus compañeros, desaparecería sin dejar pista luego de visitar un casino.

Lo último que sabrían sus padres Dave y Beth Holloway es que esa noche la joven se había marchado con un chico holandés, donde por mucho que revisaron autoridades y los propios Holloway nunca encontraron huellas ni menos aún su cuerpo.

Así se inició la pesadilla de Beth, quien en su desesperación procuró no rendirse ante las determinaciones de las autoridades policiales de la isla de soltar en dos oportunidades, al principal sospechoso, el joven holandés Joran Van Der Sloot, por no encontrar más evidencias y menos aún el cuerpo de Natalee, dando el caso cerrado en diciembre de 2007.

Ahora Beth debutó en la televisión conduciendo el documental Sin rastro, para mostrar las dificultades que atraviesan los investigadores y seres queridos para sacar a la luz la verdad sobre personas desaparecidas.

“Mi necesidad de búsqueda de respuestas me dio una nueva misión en la vida: el regresar los desparecidos a sus hogares y a los criminales ante la justicia”, indicó.