Liliana Cerneca, ahora de 6 años, sólo podía abrir su boca unos milímetros después de que se fusionara una de las articulaciones de su mandíbula. Tuvo una rara enfermedad conocida como anquilosis.

El problema empezó con una infección en el oído cuando Liliana tenía 18 meses de nacida.

El hueso, que tiene una estructura parecida a la piedra pómez, contrajo la infección que derivó en anquilosis, una fusión total o parcial de algunas de las partes de una articulación.

“Era difícil darle de comer y cepillarle los dientes, teníamos que cortar la comida en pedazos muy pequeños”, le cuenta a la BBC Sonia, la madre de Liliana.

El lado derecho de la pequeña estaba fusionado, pero el izquierdo crecía con normalidad. Esto significaba que su cara se iba deformando con el crecimiento.

“No la podíamos dejar así”, reflexiona el cirujano maxilofacial de King’s College de Londres, doctor Shaun Matthews. “Pues las cosas sólo iban a empeorar”.

La mandíbula derecha de Liliana se fusionó con su cráneo.

Fue así como le practicaron una operación que retira la parte anquilosada y hace que la mandíbula se sostenga sólo con los músculos y ligamentos. Se espera que con el tiempo se regenere con normalidad.

Tras la intervención, Liliana se mostró nerviosa cuando le pidieron que moviera la mandíbula; hasta que de repente ella bostezó por primera vez.

“¡Oh, Dios! Fue maravilloso”, cuenta su madre.

Fuente: 24horas.cl