Según el ‘Daily Mail’, el virus mortal, que puede causar que las víctimas sufran contusiones graves y sangrado en los ojos y la boca, ha cobrado la vida de cerca de 900 personas en toda el África occidental hasta el momento.

La semana pasada, el gobierno liberiano anunció una serie de medidas drásticas para contener la enfermedad, incluyendo el cierre de escuelas, la imposición de cuarentenas en los hogares de las víctimas y el seguimiento de sus amigos y familiares.

Sin embargo, el ministro de Información, Lewis Brown, dijo que los lugareños habían comenzado a arrojar los cuerpos de sus seres queridos a las calles por temor a que las nuevas regulaciones del Gobierno pongan en riesgo su propia salud.

“Con menos de la mitad de los infectados sobrevivientes a la enfermedad, muchos africanos consideran a las salas de aislamiento del Ébola como trampas mortales”, dijo.

“Están exponiéndose al riesgo de ser contaminados. Por eso estamos pidiendo a la gente que por favor deje los cuerpos en sus casas y nosotros iremos a recogerlos”, enfatizó.