celebró este jueves por todo lo alto el 75 aniversario del nacimiento del exlíder Kim Jong-il, una de las mayores festividades en el país, ignorando por completo el novelesco asesinato de su primogénito, .

Mientras se celebraba, no hubo rastro de noticias sobre el enrevesado y misterioso asesinato del que era medio hermano del actual líder norcoreano, Kim Jong-un, e hijo mayor del homenajeado.

Poco importa que las autoridades malasias confirmaran hoy que el hombre que fue aparentemente envenenado en el aeropuerto de Pyongyang el pasado lunes es efectivamente Kim Jong-nam o que ya se ha detenido a tres sospechosos.

En este caso el apagón informativo del régimen para con sus ciudadanos se extiende hasta el propio nacimiento del primogénito de Kim Jong-il, cuya existencia nunca fue notificada públicamente por los medios estatales.